martes, 31 de diciembre de 2013

12 uvas en fin de año ¿por qué?

No sé si son cosas mías, pero tengo la costumbre de preguntarme el por qué sobre todo, tal vez sean mis inclinaciones hacia lo científico, tal vez simple pero constante curiosidad, o .....


.... ¿Por qué? y más ¿por qué?  ;-p ;-p




12 Uvas, las campanadas, hagamos un poquito de historia:


Seguramente habrás visto películas o series americanas sobre el fin de año, o bien habrás estado en otros países, sea lo que sea, seguro has notado que no se comen las 12 uvas, ¿verdad?.

La explicación es sencilla, se trata de una tradición española (no como la Navidad o Halloween), que se remonta a más de 100 años hacia el pasado, así que si me acompañas, vamos a repasar un poquito como se llegó a todo esto.

El origen de esta tradición nos lleva hacia 1882, resulta que por aquella época, un bando municipal del alcalde de Madrid, José Abascal y Carredano, decidió imponer una cuota de 1 duro (5 pesetas) a todos los que salieran a participar de la recepción a los Reyes Magos, esta era una tradición que servía más que nada para ridiculizar a algunos forasteros que llegaban a Madrid esos días, se les hacía creer que había que ir a buscar a los Reyes Magos (los que supuestamente dejaban monedas en los balcones, a los que tenían que subirse en la fría madrugada del 5 de enero), una excusa más que nada para beber y montar fiesta (como no.. jeje).

Pero con este "peaje", José Abascal privó a los madrileños de clase media de la posibilidad de disfrutar de un día de fiesta, hay que recordar que 5 pesetas en aquella época no eran una limosna, y que salvo la burguesía, el resto no las tenía para regalar. Entonces, esta privación, junto a la costumbre de las familias acomodadas a tomar uvas y champán en fin de año (una costumbre traída de Francia), provocó que un grupo de madrileños del pueblo llano decidieran burlarse de los burgueses, acudiendo a la puerta del sol a tomar las uvas al son de las campanadas (la razón de ir a la Puerta del Sol fue el reloj, casi nadie llevaba un reloj encima por aquella época, menos aún la gente de clase media o baja). 


Esto sirvió de excusa para poder hacer todo el ruido posible y recuperar esa fiesta que les habían quitado, desde ese momento, nació una tradición que comenzaría a repetirse, era la recuperación de la fiesta de fin de año, un logro del pueblo, nacido de la rebeldía y la picaresca (la buena, no la de los corruptos), que no hubiese sucedido sin aquella cuota de las 5 pesetas que impuso José Abascal.

Para el año 1895, el Presidente del Consejo de Ministros (en aquella época se llamaba así, hoy sería el Presidente del Gobierno), despidió el año con uvas y champán haciéndose eco de la tradición de los madrileños.

Pero no fue hasta el año 1909, que esta costumbre se extendió a toda España, (aunque por 1903 ya se conocía en otros territorios como Tenerife), fue en aquel año, cuando los agricultores de Murcia y Alicante tuvieron un excedente de uvas en la producción de la temporada, entonces, para dar salida a todo aquel producto, decidieron promocionar la tradición por todo el territorio nacional, esta estrategia de marketing, fue la que popularizó ya definitivamente, la costumbre de las 12 uvas para recibir el año en toda España.

La radio, fue la encargada de llevar la Puerta del Sol a las casas de todos los españoles, hasta que en 1962, Televisión Española realiza la primera transmisión en directo por TV.




Durante muchos años, la voz de un solo locutor comentaba las imágenes de las campanadas, hasta que Marisa Naranjo (en 1990), cometió un error confundiendo las campanadas con los cuartos, anunció el inicio de las campanadas cuando en realidad habían terminado, esto provocó que en 1991, se decidiera poner a dos personas (el dúo humorístico Martes y Trece) para presentar las campanadas, apareciendo además en pantalla, lo que eliminó también el estilo "voz en off" que se había utilizado hasta entonces.

Hoy en día, son muchas las cadenas que transmiten las campanadas, además desde distintas ciudades, pero la tradición de oír las campanadas, ya sea desde Madrid, Barcelona, Santiago, Zaragoza..., está viva y totalmente arraigada en los españoles (incluso los que se van fuera, que las siguen por Internet).

Una tradición que como muchas, forma parte de una cultura, tradición que yo mismo he decidido adoptar, por la simpatía, la unión, que genera saber que todo un país está haciendo lo mismo en ese momento, en todos sus rincones, y con el mismo sentimiento, el de desear que ese momento que separan la salida del año viejo con la entrada del nuevo, sea único y nos de el empujón necesario para empezar otro año con toda la fuerza, que a veces es muy necesaria.

¡¡Feliz año nuevo para todos!!  ¡¡vivan las buenas tradiciones!!

Sebas Ramone, ¡Levántate y piensa!



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